Los dos tipos de Psicoterapias

Existía hasta hoy apenas un tipo de psicoterapia, seguidas por todas las Escuelas psicoterapéuticas, desde las más ortodoxas hasta las más recientes: la Psicoterapia de los sentimientos. Hace siglos todos hemos utilizado ese paradigma, el de tratar los sentimientos de las personas que nos buscan en el consultorio. Lo que nos ha importado son sus sentimientos, y nuestro foco, donde colocamos nuestra atención, lo que deseamos que mejoren.

Estamos siempre intentando ayudar a las personas a mejorar sus sentimientos, amenizar sus dolores, sus rencores, sus sentimientos de rechazo, sus rabias, sus críticas, la esperanza, de que, quien sabe, con años y años de terapia, con sesiones y más sesiones, ellas evolucionen para un nivel más elevado de sentimientos, se liberen, vuelen para un lugar donde el aire sea más puro, el panorama más bello y el horizonte más amplio.

Y, realmente, con las terapias diversas y diversificadas, ortodoxas o modernas, oficiales o alternativas, muchas personas mejoran sus sentimientos, muchas casi perdonan sus verdugos, una gran parte consigue amenizar sus sufrimientos emocionales. Y después de años de terapia, decenas de sesiones, las personas que realizaron terapia pueden afirmar que están mejores, que amenizaran su vida, que calmaron sus sentimientos subterráneos o volcánicas, que se sientes mejores, que conviven mejor con los demás y hasta con los causantes de sus males, que están viviendo de una manera más satisfactoria, trabajando mejor, sintiéndose más leves y felices. Y nuestra misión, la de los psicoterapeutas, va realizándose, y seguimos nuestro trabajo sintiendo que estamos haciendo lo posible, y en muchos casos lo estamos consiguiendo.

Pero en todo este tiempo hemos fracasado en nuestra buena intención de realmente curar las personas de sus heridas, y nosotros curarnos las nuestras, por un motivo muy simple: la historia de vida que las personas nos cuentas, es nuestra propia historia de vida, es una historia verdadera, pero la manera como la vimos, como la entendemos, como la interpretamos, cuando niños y hoy en día, es equivocada. Las personas (lo que creemos que somos) desde la infancia, entienden las situaciones, ven la realidad a su vuelta de la manera como consiguen, como son capaces, con la visión superficial característica de su propia superficialidad, lo que parece real pero no es. La persona aes una ilusión que creamos a nuestro respecto  y su historia es entonces la ilusión de la ilusión.

Esa versión ilusoria de nuestra infancia y de nuestra vida actual es la que creemos y ella se refleja en nuestros sentimientos y cuando vamos a realizar un tratamiento psicoterapéutico es aversión de la historia que contamos para nuestro terapeuta, que por también creer en su propia versión ilusoria, cree en la nuestra y resolvemos entonces en conjunto los sentimientos que vienen junto con ella, y a veces conseguimos y a veces no, o sea tenemos suceso o  fracasamos.

Pero aún cuanto tenemos éxito y nuestros sentimientos se amenizan, se calman, se suavizan, todos fracasamos en lo principal, pues la versión ilusoria permanece la misma, y ella generalmente permanece toda la vida, hasta que un día fallecemos, desencarnamos, subimos para el Mundo Espiritual y allá arriba, de a poco vamos recordando la verdadera interpretación de nuestra historia (“Versión-Espíritu”) y ella siempre es muy diferente de aquella que creíamos. Pues la versión verdadera es la versión de nuestro espíritu y pasamos toda una vida creyendo en una versión, la de nuestra persona, que parecía tan real. Tan coherente, pero que era en verdad una interpretación superficial. Aparente de una historia más profunda, más antigua, la verdadera, la que se escondía detrás de los que llamamos “las ilusiones de los rótulos de las cáscaras”.

Con el retorno de la reencarnación, a la memoria de más y más personas aquí en el lado occidental de nuestro planeta, lo que antes parecía ser apenas un concepto religioso, con la llegada de la Psicoterapia Reencarnacionista, adentra al consultorio de los terapeutas y se revela un asunto psicoterapéutico. Con el ingreso de la reencarnación en el consultorio, la versión de las historias que las personas nos cuentan, comienza a ser cuestionada y aunque sea muy difícil que sepamos la interpretación verdadera de nuestra historia y de las personas que vienen a buscar ese tipo de tratamiento, una cosa sabemos: aquellas historias llenas de rencor, de sentimientos de rechazo, de rabia, de crítica, de indignación, no son tanto así, fueron leídas de esa manera desde la infancia y continuaron siendo leídas así en la adolescencia, en la vida adulta y en la inmensa mayoría de los casos hasta la vejez y hasta la hora de la muerte.

Y entonces, nuestro Espíritu sale de nuestro cuerpo fallido, subimos para el Mundo Espiritual y allá, de a poco nos vamos liberando de nuestros rótulos y consecuentemente de nuestra persona anterior y en la medida que eso va ocurriendo, vamos percibiendo que pasamos toda una vida creyendo en algo, en una visión de nuestra vida, en una interpretación de una historia que ahora comienza a diluirse, hasta desaparecer por completo. Aquí abajo éramos el hijo o la hija de alguien, o padre o madre de alguien, teníamos un nombre y un apellido, teníamos un género sexual pertenecíamos a una raza, teníamos un color de piel, éramos de una cierta nacionalidad y de a poco en el Mundo Espiritual vamos dejando de ser todo eso, vamos perdiendo nuestros rótulos, como si nos fuésemos descascarando ¿y qué va surgiendo? Una esencia, una estructura energética que aquí en la tierra llamamos de espíritu, y que es nosotros mismos, nuestro verdadero aspecto.

En el período entre vidas vamos encontrando la versión verdadera de nuestra historia, muy diferente de aquella visión que pasamos décadas creyendo aquí en la tierra, tan correcta y coherente, de rencor, de rechazo, de rabia que contábamos para las personas, contábamos para nuestros terapeutas y creíamos en ella y todas creían en ella pues todas las personas pasan toda su encarnación creyendo en la “versión persona” de sus historias, sin percibir que son apenas interpretaciones de nuestras personas, y nuestras personas son cáscaras temporarias, y que un día sucumben y salen a la superficie, de a poco allá arriba, en el lugar de la liberación la verdadera interpretación de nuestra historia.

Dejamos un poco de lado la teoría y vamos a la práctica. Agregando la Reencarnación a la psicoterapia debemos analizar nuestros problemas, dramas y sufrimientos ¿Cómo surgiendo a partir de nuestra infancia o debemos pensar porque co-creamos esa infancia? ¿Observar la infancia como el comienzo de la vida o sabiendo que ella es la continuación de nuestra vida aquí en la Tierra, interrumpida al final de la encarnación anterior, y entonces una estructura karmica co-creada por nosotros y por el Todo (DIOS), basada en las Leyes Divinas de la Finalidad, de Necesidad, de Merecimiento, de Rescate y de Retorno? Nuestra historia es invariablemente una historia muy antigua, que yace escondida dentro de nuestro inconsciente, y que la sabiduría del Dr. Freud intuyó que debería ser abierto y estudiado, pero no fue seguido por sus seguidores y comienza ahora a ser seguido por nosotros, llamado de alternativos, esotéricos y otros adjetivos no tan simpáticos que simplemente resolvemos obedecer al Maestro vienés. 

Es muy difícil una cura verdadera de un sentimiento que está vinculado a una versión ilusoria de nuestra historia y es muy fácil la mejoría de cualquier sentimiento si conseguimos liberarnos de la visión egoísta de nuestra historia y encontrarnos la visión espiritual de ella. La Psicoterapia Reencarnacionista, siendo una psicoterapia que intenta cambiar el racionamiento, deja nuestros sentimientos y de las personas que tratamos un poquito de lado y apunta para el pensamiento, para la interpretación de nuestra historia de vida, pues es ahí que el sentimiento puede ser realmente curado, ya que el sentimiento viene del pensamiento y ese viene del razonamiento.

La visión ilusoria de nuestra historia de vida mantiene aprisionado el sentimiento, sin embargo liberarse de ella y encontrar su visión espiritual, va eliminando gradualmente el sentimiento por el entendimiento que trae, basado en la necesidad de los gatillos y de los reencuentros. Una cosa es pensar que sentimos rencor por lo que nuestro padre o nuestra madre nos hicieron, otra cosa es descubrir que nuestro Espíritu pidió (necesitó) ese padre o esa madre para intentar curar un antiguo rencor, centenario o milenario, e que para encontrarla necesitaba de coadyuvantes en su trayectoria, comúnmente llamados de “villanos”, para que aflorase dentro de sí,  y que muy probablemente en encarnaciones pasadas había hecho lo mismo, o peor, para aquellos espíritus o para otros, y que ahora la Sabiduría Universal le regala lo que se llama Retorno, la oportunidad que Dios nos da para el recate y la cura. Más allá, claro de la posibilidad del encuentro con una tentativa de rescate entre nosotros y el actual “villano” originado en otra época, en donde los “villanos” éramos nosotros.

Y esa es la meta y la finalidad de la Psicoterapia Reencarnacionista, ayudarnos a todos nosotros, a través de las conversaciones y de las regresiones comandadas por los Mentores, como si fuese el Telón del Mundo Espiritual, para entender para que reencarnamos, porque necesitamos de aquella infancia, porque pedimos para venir hombre o mujer, rico o pobre, o hijo mayor o 2° o 3° o el menor, porque precisamos de ese padre, de esa madre, encarnar en ese país, en esa raza, con ese color de piel, en esa religión familiar y porque todo lo que pasa en nuestra vida es lo que nuestro espíritu ansia y necesita, para que usando el libre albedrio podamos hacer una de dos cosas: finalmente acertar o errar de nuevo.

La Psicoterapia Reencarnacionista es una nueva manera de encarar y tratar nuestros problemas, no como las antiguas psicoterapias de los sentimientos y sí, como la Psicoterapia del razonamiento. Cuestionar las historias de las personas, debilitarlas a través de los cuestionamientos que la Reencarnación trae consigo, y ayudarnos a encontrar la visión verdadera de esa historia, la visión de su Esencia, es el modus operandi de esta terapia espiritual, la terapia de la liberación, aquí en la Tierra, para cuando lleguemos allí arriba, de regreso a Casa, no nos asustemos y no nos avergoncemos cuando nos muestren el Telón.

La “versión-persona” versus la “Versión–Espíritu”

La “versión-persona” versus la “Versión–Espíritu” (Raciocinio versus Contra-Raciocinio)

Nosotros, los Psicoterapeutas reencarnacionistas, trabajando con esa Terapia de Reforma íntima, escuchando las historias de vida y las infancias de las personas en nuestro consultorio, historias impregnadas de resentimientos, sentimientos de rechazo, rabia, crítica, miedo, inseguridad, etc. podemos afirmar que ellas son las historias que nuestra persona creó, la visión que tuvo de ella, la historia como la leímos cuando éramos niños, la historia que continuamos leyendo cuando adolescentes, adultos o viejos, son interpretaciones de nuestro ego, la manera limitada como nosotros vemos y como vemos a los otros, incluyendo a nuestra familia y las demás personas que entran o pasan por nuestra vida.

Explicando mejor: cada uno de nosotros desde niño, aprende que es una cierta persona, de una cierta familia, de un cierto género sexual, de un cierto color de piel, de un lugar, en un país, etc. Y pasa la vida entera creyendo en eso, principalmente porque todas las demás personas creen en eso a su respecto y a todos los terapeutas que vamos ellos mismos creen en eso a su respecto y entonces no tienen dudas de eso en relación a sus pacientes. 

Pero la casi totalidad de las personas no percibe o mejor, no recuerdan,  inclusive las personas que creen en la Reencarnación,  es que, si pensaran en el tiempo anterior a su fecundación, adonde estaban, quienes eran allá arriba en el Plano Astral, cuando no eran una persona, no eran de una cierta familia, de ningún género sexual, no tenía color de piel ( es más ni tenían piel..) no eran de un cierto lugar, un cierto país, etc. , o sea, si todos nosotros pensáramos adonde estábamos hace 1 año apenas antes de nuestra fecundación, recordaremos que éramos un Espíritu, en el Mundo Espiritual, en el llamado período entre vidas viniendo de nuestra encarnación anterior a esta, preparándonos para volver para la Tierra, a encarnar nuevamente, para continuar nuestro camino Kármico, de retorno a la Luz, a la Perfección al Uno, al Todo.

Y si no éramos nada de lo que pensamos que somos, como nos conocemos y vemos, y como conocemos y vemos a los otros, el razonamiento consecuente es que estamos inmersos en lo que los orientales llaman de Maya, la ilusión. ¿Qué es eso? Significa que todo es real, pero es temporal, todo es verdadero, pero pasajero, parece permanente, pero no es permanente.  Ahora es temporario, se es pasajero, se es impermanente, entonces no puede ser realmente real y verdadero y entonces es, podemos decir, una realidad ilusoria o una ilusión aparentemente verdadera.

Todas las personas que creen en la Reencarnación saben eso, pero no lo recuerdan con la intensidad y la frecuencia que el asunto merece. Es porque ese asunto merece un estudio más profundo y una atención más redoblada de lo que comúnmente se le da.  Porque ahí está lo que llamamos Psicoterapia Reencarnacionista de Raciocinio versus Contra-Raciocinio o sea, el razonamiento no-reencarnacionista a nuestro respecto, de nuestra vida, de nuestra infancia, y de las demás personas que forman parte de eso incluyendo a nuestra familia de origen y las demás personas que entran en la historia, y el razonamiento reencarnacionista de todo eso, totalmente opuesto en su visión y abordaje en su interpretación y resultado.

Vamos entonces a explicar mejor; una persona viene a la 1ª consulta para iniciar un tratamiento de Psicoterapia Reencarnacionista, que consta de consulta y sesiones de Regresión, que tiene la finalidad de ayudar a las personas a saber para qué reencarnaron, cuál es su propuesta de Reforma intima. Y cómo realmente aprovechamos esta encarnación, en ese sentido, que nos traerá más evolución espiritual, y  la agradable sensación de deber cumplido luego de desencarnados y retornados para Casa. Esa persona nos habla de sí, de su vida, va contándonos lo que  le incomoda, sus conflictos, frecuentemente relata su infancia, y nosotros vamos escuchando su historia que es, el 100% de los casos, lo que llamamos de “La historia ilusoria de una persona”. Ella no está contándonos la versión verdadera de la historia, está relatando como leyó su infancia, como la entendió, como lee su vida actual, como ve a las personas, como siente e interpreta todo eso y generalmente el relato viene impregnado de resentimientos, de sentimientos de rechazo , de rabia etc. 

Con bastante frecuencia, esa persona ya consultó otros profesionales, ya contó esa historia muchas veces tanto para ellos como para personas amigas, para familiares y todos escuchan y analizan su historia exactamente de la misma manera que ella; como algo real y verdadero.

Pero es ilusorio. ¿Cómo ilusorio? Basta ir un año antes de su fecundación,  y recordar quién era, adonde estaba, porque su Espíritu precisó de esa infancia, necesitó de esa familia, porque pidió ese padre, esa madre, esos hermanos o ser hijo(a) único(a) porque vino el (la) más viejo (a) o el 2ª (o) o 3ª (o) o el menor, porque precisó venir hombre o mujer, bonito (a) o feo (a), blanco (a) o negro (a), rico (a) o pobre, etc. Eso ya va sacándonos del lugar de víctima y colocándonos en el lugar verdadero, el de co-creador de nuestra infancia y de nuestra vida.

Si todos hacemos ese ejercicio de imaginación, lo mínimo, comenzaremos a cuestionarnos a ese respecto, a preguntarnos “¿Por qué? Y a partir de ahí nuestro raciocinio, que hasta ahora era irrefutable y convencido, comenzará a cuestionarse, a desarmarse, de todas aquellas convicciones tipo “Mi padre no me quería” o “Yo soy así porque vine en una familia muy pobre, muchos hijos, pasamos hambre…” impregnadas de rencores y rechazos, dolor y sufrimiento, comenzaran a transformarse en lo que llamamos de Contra-Raciocinio. O sea, el razonamiento anterior, no-reencarnacionista creado por la persona en conjunto con las demás personas, en una sociedad de personas, comenzará a dar lugar a un nuevo razonamiento reencarnacionista, basado en los cuestionamientos de “¿Por qué nuestro Espíritu “pidió” por eso? Siempre recordando que “pidió” significa “necesitó”.

Esa cuestión Raciocinio versus Contra-Raciocinio  es  una de las bases de la Psicoterapia Reencarnacionista, la Terapia de la Reforma Íntima. Basándose en la Reencarnación, ella trata con las leyes Divinas que rigen nuestra encarnación y de las demás personas que están en nuestra vida; La Ley de la Finalidad, La Ley de la Necesidad, y la Ley del Merecimiento. La finalidad es para que nuestro Espíritu pase por situaciones desde nuestra vida de gestación, la necesidad es porque precisa pasar por eso y el merecimiento es lo que merece recibir del Amor Universal, que siempre es correcto y es justo, aún cuando parece errado e injusto.

La principal tarea del psicoterapeuta reencarnacionista es ayudar a las personas que vienen a realizar un tratamiento, y creen en la Reencarnación, a liberarse de la versión ilusoria de la historia de su persona e iniciar una búsqueda de la visión verdadera de ella. La visión Espiritual. La primera que llamamos de “Raciocinio”, mantiene a las personas atrapadas en sus sentimientos negativos, de una manera tan fuerte que se torna prácticamente imposible una cura verdadera de esos sentimientos. La segunda, que llamamos de “Contra-Raciocinio” va haciendo con que, por  el cambio de visión de nuestra infancia, de los hechos allá ocurridos, de la interpretación que le dimos cuando éramos niños, y que aún mantenemos en nuestro niño interior, van diluyéndose los sentimientos negativos, van debilitándose de una manera tan segura y gentil de un modo tan profundo y regenerador, que de a poco por el cambio del pensamiento, los sentimientos van desapareciendo por sí solos.

En el  Curso de Formación en Psicoterapia Reencarnacionista los alumnos aprenden primeramente a realizar eso en sí mismos para capacitarse a ayudar a las personas en esa misión fundamental, la de colocar el Ego bajo el comando superior, a retirarle la supremacía, retirar sus distintivos y medallas y, en su lugar, colocar curativos y pociones para curar los dolores y las tristezas que los mantenían en el lugar, sentimientos, que en verdad, crearon esos artificios. La psicoterapia Reencarnacionista es la Terapia de liberación de las ilusiones, de liberación del dominio del Ego, de liberación de nosotros mismos, como venimos siempre y siempre, vida tras vida, viéndonos y entendiendo,  para que nuestro Espíritu pueda finalmente asumir el comando de nuestra vida. Pero para eso es necesario que el Contra-Raciocinio sobrepuje y elimine el Razonamiento, sino no conseguiremos liberarnos verdaderamente del comando egoico, que nos aprisiona y adonde está el rencor, el sentimiento de rechazo, la rabia, el miedo la sensación de inferioridad, la timidez o sus contrapuntos, igualmente ilusorios, la vanidad, el orgullo, el autoritarismo, la prepotencia, la soberbia.

Existen dos Caminos terapéuticos, existen dos terapias que pueden ser realizadas:

1. La tradicional, la Terapia del ego y sus ilusiones que es destinada al fracaso pues es imposible curar las ilusiones de una estructura ilusoria. Son las terapias de los sentimientos.

2. La Terapia de la liberación del ego, y esa es la Psicoterapia Reencarnacionista, que viene a pasar el comando para nuestro Yo Superior, para nuestro Espíritu, para nuestros Mentores Espirituales, a través de la cual es posible, y hasta muy fácil, curar nuestras inferioridades; y solo nos liberamos del ego y la visión ilusoria de  historia de vida. 

Psicoterapia párrafo quem ouve Vozes e seus Familiares

As pessoas que ouvem vozes, na imensa maioria das vezes, estão ouvindo mesmo, são vozes de Espíritos*, cuja presença pode ocorrer por algum tipo de afinidade (um parente ou amigo desencarnado, um companheiro de drogas, bebida, cigarro, um inimigo de vidas passadas, etc.), algumas vezes simplesmente para estar perto, mas mais geralmente com a finalidade de perturbá-las, prejudicá-las, motivados por situações de outras encarnações, em que foram suas vítimas ou companheiras. Nesse caso, ao encontrarem o algoz ou um antigo companheiro do passado, de aventura ou de alguma outra ação ou atividade, não enxergam essa pessoa com ela é hoje em dia e, sim, como era lá, e, permanecem daí em diante sintonizados com ela. O único poder que têm é o de entrar no seu pensamento e começarem a falar lá dentro, geralmente cobrando coisas do passado, ameaçando, dando maus conselhos, incentivando a realizar alguns procedimentos totalmente inexplicáveis para a própria pessoa e para quem convive com ela (o que chama-se de TOC), ter acessos de raiva, quebrar coisas, matar alguém ou matar-se, tirar a roupa, rir de maneira descontrolada, etc.

Esses casos, geralmente, são levados a tratamento psicológico ou psiquiátrico, mas a maioria dos psicólogos e dos psiquiatras não lidam com essa hipótese (obsessão espiritual) e o diagnóstico, invariavelmente, é de Esquizofrenia e é iniciado o que chama-se de Tratamento, mas não é um tratamento que promoverá a cura, primeiramente porque isso não é uma doença, e também por não atingir o foco do problema (a presença de um ou mais Espíritos) e, sim, apenas baixar a dopamina e a adrenalina e aumentar a serotonina, o que dá uma certa sensação de melhoria mas nunca traz a solução, que só poderá ser alcançada indo até esse (s) Espírito (s), em um trabalho de conscientização e/ou de desobsessão direta ou a distância, em um local apropriado para isso, gratuito.

O tratamento medicamentoso pode ser utilizado por um tempo, para a pessoa sentir-se um pouco melhor, enquanto é realizado esse procedimento, diretamente na origem da (s) voz (s) que a pessoa escuta, mas nunca pode ser “O Tratamento” pois é paliativo e superficial e tende a cronificar o quadro, como observa-se rotineiramente na prática psiquiátrica de consultório e de internação.

Mas além do efeito apenas paliativo dos medicamentos “anti-psicóticos” e suas centenas de efeitos colaterais (aqueles nomes complicados nas bulas), o ainda pior é o diagnóstico que aquele médium recebe, pois Esquizofrenia é uma maneira elegante de chamá-lo de louco, mas, apesar da elegância do termo, é assim que ele passa a considerar-se e ser considerado por sua família e círculo de amizades. E o “louco”, além de ouvir vozes que apenas ele ouve, que não consegue tirar de dentro de sua cabeça, que, geralmente, lhe atordoam dia e noite, que comandam seus pensamentos, não o deixam raciocinar, estudar, trabalhar, levar uma vida normal, tem de conviver com os efeitos colaterais dessas químicas (muitas vezes piores do que os sintomas originais), vive uma rotina de casa-consultório-internação em que os olhares de todos é de pena, de compaixão, pela sua “loucura”, pois ninguém acredita nele, o médico não acredita, seus familiares não acreditam, seus amigos não acreditam, ele está louco, diz que ouve vozes!, coitado, a vida acabou para ele, vai ter de tomar remédios a vida toda, vai ser internado de vez em quando, as consultas irão espaçar e serão cada vez de menor duração, para saber como está, ainda ouve vozes?, aumentar a dose, substituir por um “anti-psicótico” mais moderno, um hipnótico para dormir, um antidepressivo para não ficar tão mal, quem sabe um outro calmante para não ficar tão agitado?, e assim vai ser a vida do nosso “louco”, a dele e seu (s) companheiro (s) desencarnado (s).

Um dia pode ocorrer de um Tratamento verdadeiro, em um Centro Espírita ou Espiritualista ou um Templo ou Igreja, dar resultado com o encaminhamento do (s) seu (s) acompanhante (s) para o Mundo Espiritual e os medicamentos começarem a ser retirados, talvez, eliminados, e o nosso “louco” poderá, enfim, começar a levar uma vida mais ou menos normal, mas já se passaram muitos anos, está atrasado em relação à evolução natural da vida, ficou com a fama de “louco”, não pode rir mais alto, ou ter um ataque de raiva, não pode ficar no seu quarto por muito tempo, não pode usar um corte de cabelo não convencional, ou uma tatuagem meio estranha, ele é um “louco” – lembra que ouvia vozes? -, tomou remédio muito tempo, foi internado, fez Tratamento espiritual, coitado.

A “doença” acabou mas ficaram as sequelas do tempo perdido, ficou a fama na sua família e círculo de amizades (se é que ainda ficaram amizades…), ficou a insegurança familiar de que a “loucura” possa voltar, ficou a sua própria insegurança disso. E então pergunto: Por quê tudo isso? Por quê as pessoas não procuram diretamente um Tratamento que pode dar resultado, que vá direto na questão, no (s) Espírito (s) desencarnado (s) ao seu lado? Por quê anos e anos de utilização de medicamentos químicos, paliativos, que todos sabem que não resolvem, apenas desativam o cérebro, diminuem a atividade cerebral, que visam deixar a pessoa mais “calma”, mais “tranquila”, embora essa “calma e tranquilidade” nunca é referida pelas pessoas, que continuam com o (s) Espírito (s) ao seu lado, e agora, com o “tratamento” medicamentoso ficam ainda mais impossibilitadas de pensar, raciocinar, estudar, trabalhar, dedicando-se a ficar em casa, vegetando, dormindo, vendo televisão, no computador, indo na padaria buscar pão, coisas assim. Os Espíritos iniciam o processo de travá-las, bloqueá-las, os medicamentos químicos completam o serviço. Antigamente usava-se a lobotomia, cirúrgica, hoje ela é química.

Obviamente, se a pessoa que ouve vozes está ameaçando matar-se ou matar alguém, está demonstrando atitudes de risco para si ou para outras pessoas, ela deve ser medicada e, até, internada, mas, concomitantemente, deve ser iniciado um Tratamento diretamente no (s) Espírito (s) que lhe (s) influencia (m), frequentando um local espiritual que lide com isso, gratuitamente ou por um valor mínimo para cobrir as despesas do local, nada de pagar milhares de reais, pois isso já demonstra que a finalidade do local é enriquecer seus dirigentes.

O Tratamento espiritual pode ser realizado mesmo ela tomando medicamentos, isso não interfere no Tratamento, mas se ela não sai de casa, se recusa-se a ir, ou se está internada, uma outra pessoa pode ir por ela, servir de intermediária (“ponte”), fazer desobsessão a distância, que pode dar o mesmo resultado positivo ou, pelo menos, fazer com que ela melhore o suficiente para começar a ir ao local realizar o Tratamento desobsessivo.

Mas, enquanto o médium sem controle sobre sua mediunidade continua obsediado, ouvindo vozes, encolhendo-se com medo, sem saber o que fazer, sentindo-se dominado pelas vozes, acreditando que está louco, deve ser realizado, concomitantemente, um Tratamento psicoterápico adequado a esse tipo de situação, um Tratamento que vise:

1. Fazê-lo libertar-se do diagnóstico de Esquizofrenia e assumir o de médium sem controle de sua mediunidade

2. Mudar de atitude e entender que não é fraco e indefeso e pode conversar com o(s) Espírito (s) que está (ão) lhe influenciando

3. Convencê-lo a ir a um local especializado em Tratamento espiritual de desobsessão

4. Estimulá-lo a estudar, desenvolver e disciplinar sua mediunidade

5. Concordar em tomar ou manter os medicamentos psiquiátricos se for necessário, pelo tempo necessário, ou mesmo ser internado, se houver um risco para si ou para outras pessoas.

Vamos ver como é o Tratamento, passo a passo:

1. Diagnóstico de Esquizofrenia – esse é o ponto principal. A pessoa chega no consultório com o diagnóstico de Esquizofrenia e o principal ponto do nosso Tratamento é fazer com que mude esse rótulo (“louco”) pelo de “médium sem controle sobre sua mediunidade” e entender que está atravessando um momento de vida em que sua mediunidade está fora de controle e necessita aprender a controlá-la e utilizá-la a seu favor e não como uma brecha para Espíritos penetrarem em seu pensamento. Também seus familiares, que, enquanto nós nos encontramos geralmente 1x/semana, estão com ele diariamente, 24h/dia, necessitam entender isso e transmitir esse “diagnóstico” para os membros de sua família, amigos e conhecidos que estão sabendo do que está acontecendo. Se isso não for feito, não poderemos passar para o próximo passo. A Psiquiatria primitiva acreditava que tudo era obra dos Espíritos, a Psiquiatra científica decretou que tudo é desequilíbrio dos neurotransmissores, a Psiquiatria do futuro fará uma síntese entre ambas, mas no caso das pessoas que ouvem vozes voltará a predominar a Psiquiatria primitiva pois, nesse aspecto, é a mais correta.

2. A partir da mudança do diagnóstico, com a pessoa e seus familiares e amigos entendendo o que realmente está acontecendo, que essa pessoa que ouve vozes não é esquizofrênica e sim um médium sem controle sobre a sua mediunidade, o próximo passo é fazer com ela mude completamente de atitude, saia da situação passiva de ser subjugada pelo (s) Espírito (s), quer haja ou não uma má intenção sobre ela, para uma postura de controle da situação, de diálogo mental com esse (s) ser (s) desencarnado (s), de domínio sobre a circunstância e não mais de submissão, como se fosse um coitadinho, um indefeso, sair dessa aceitação passiva do que está acontecendo, como se fosse um impotente, como se não tivesse Mentores Espirituais, Guias, tantos Seres Espirituais superiores que podem resolver a situação se forem chamados, se forem contatados. Temos de despertar o Guerreiro interno dessa pessoa para que ela saia dessa passividade, desse medo, desse encolhimento, transferindo a solução dessa situação para o psiquiatra, para os medicamentos, para seu terapeuta, para o Centro Espírita ou Espiritualista, quando ela mesma, com a força do seu pensamento, com a ajuda dos Seres Espirituais superiores que lhe acompanham, poderia resolver essa questão. Mas, devido ao diagnóstico de “loucura” (Esquizofrenia), com ela, seus familiares e conhecidos acreditando que as vozes não são reais, são vozes imaginárias, que isso é doença, a pessoa sente-se um doente, sente-se fraca, não crê que tem força para reverter isso, todos acreditam que não tem solução, que terá de passar o resto de sua vida tratando essa “doença”, tomando “anti-psicóticos”, sendo internada de vez em quando, e então o nosso pobre médium fica sem saída e, provavelmente, a sua vida será assim até o final ou até que vá a um Centro Espírita ou Espiritualista buscar uma solução ou alguém vá por ele ou seus Mentores resolvam assumir o caso e encaminhar o (s) Espírito (s) que lhe acompanha (m) para o Mundo Espiritual, pondo fim à situação.

3. A solução para quem ouve vozes está, então, em um Centro ou Igreja ou Templo mas, geralmente, é muito difícil que a pessoa vá a um desses locais, porque o (s) Espírito (s) que lhe acompanha (m) não permite (m), pois não quer (em) que a situação seja resolvida, e, como está (ão) dominando seus pensamentos, interfere (m) na sua vontade de ir, convencendo-a a não ir, provoca (m) um incremento do seu mal estar, uma forte dor de cabeça, um aumento súbito da depressão, da angústia, do desânimo, ou uma ideia repentina de que não irá adiantar nada, que isso é bobagem, não vale a pena ir, melhor ficar em casa, e o mesmo, muitas vezes, ocorre com os familiares que iriam lhe acompanhar. É importante que o psicoterapeuta dê um destaque para essa influenciação contrária à ida a um local de tratamento espiritual para que, quando isso ocorrer no dia do tratamento ou na hora de ir, a pessoa e seus familiares decidam ir de qualquer jeito, mesmo sentindo-se mal, mesmo com dor, mesmo achando que não vai adiantar. Outra tática utilizada pelos Espíritos influenciadores é o contrário, afastarem-se um pouco, liberarem os pensamentos da pessoa, fazerem-na sentir-se melhor, dar a impressão de que houve uma grande e súbita melhora, fazendo com que a pessoa ou seus familiares acreditem que não precisa mais ir ao tratamento, mas, não indo, logo em seguida volta tudo ao que era antes.

4. Como quem ouve vozes é um médium e não um doente, é obrigatório que passe a frequentar o local espiritual de sua preferência assiduamente, pois embora a Energia Divina e a presença dos Seres Espirituais superiores esteja em todos os lugares, nesses locais está mais concentrada e frequentar periodicamente um Centro, uma Igreja, um Templo, participar das sessões, assistir palestras, receber bençãos, passes, transmissões fluídicas, escutar boas palavras, bons conselhos, boas orientações, traz um bom ou ótimo resultado não só para a pessoa mas também para seu (s) acompanhante (s) invisível (eis).

5. Embora os medicamentos químicos não tenham capacidade de fazer com que uma pessoa pare de ouvir vozes, pois elas não vêm de seu cérebro e sim de fontes externas, algumas vezes são recomendáveis para que diminua a angústia, a depressão, a instabilidade emocional, a insônia. A internação somente é recomendável se houver um risco de morte para a pessoa (suicídio) ou para outras pessoas (homicídio), se não, piora o quadro pois reforça o diagnóstico de “doença”, de ser um doente, o que é totalmente contrário ao Tratamento que estamos aqui sugerindo.

Então, resumindo, o Tratamento para quem ouve vozes de Espíritos é fazer com que saia da condição passiva de doente, de louco, de vítima, de incapaz, para uma condição positiva, ativa, de assumir a sua mediunidade, conversar com o (s) Espírito (s) que lhe acompanha (m), saber o que ele (s) quer (em), se for algo do passado, pedir perdão, propor-se a ajudar esse (s) irmão (s) desencarnado (s), não atender seus conselhos de beber, fumar, usar drogas, quebrar coisas, atentar contra sua vida ou de outras pessoas, aprumar-se, erguer a sua cabeça e a sua coluna, desabrochar seu Guerreiro (a) interno (a), desenvolver sua autoestima, frequentar locais espiritualizados, realizar um Tratamento com a finalidade de resolver essa questão, incluindo beneficiando o (s) ser (es) que lhe acompanha (m), em seguida estudar, disciplinar e desenvolver a sua mediunidade, atender em um local espiritualista para ajudar irmãos e irmãs que estejam passando pelo que passou. Os medicamentos psiquiátricos mais leves como um calmante ou um sonífero podem ser utilizados mas os chamados “anti-psicóticos”, que, na verdade, são calmantes poderosos que servem apenas para desacelerar o cérebro, são contra-indicados, a não ser em casos extremos, pelo tempo necessário, enquanto é realizado, concomitantemente, o Tratamento aqui sugerid

* Espírito é uma denominação religiosa para o nosso Eu energético, o que nos move, movimenta o nosso cérebro, o coração, todo o nosso organismo, todas as nossas funções vitais, nos faz ter pensamentos, sentimentos, movimentos, enfim, podemos comparar esse Eu energético ao motorista de um automóvel e o nosso corpo físico, ao automóvel. Por ser chamado de “Espírito”, criou um preconceito quase intransponível junto ao meio científico oficial que rotula a isso de “um assunto religioso”, quando, na verdade, é o prenúncio da Ciência do futuro, em que a Física sobrepujará a Química.

Carta a las Casas y Federaciones Espíritas

La Asociación Brasilera de Psicoterapia Reencarnacionista manifiesta su profunda preocupación con el rumbo que la Terapia de Regresión viene tomando en  Brasil y en el mundo. Esa terapia ya mostró que no es una moda, está establecida siendo practicada por muchos médicos, psicólogos y psicoterapeutas en Brasil y en varios países, como se puede observar en la literatura, en internet y en los congresos y Eventos nacionales e internacionales de TVP.

Nuestra preocupación, que viene al encuentro de la mayor contestación, con absoluta razón, que esa Terapia de Vidas Pasadas recibe de dirigentes y personas ligadas al Espiritismo, que se refiere a la interferencia y a la infracción que cierta parte de los terapeutas de regresión comete en relación a la Ley Divina: La Ley del Olvido.

El Método que utilizamos permite conciliar lo aparentemente inconciliable: la Terapia de Regresión con la Ley del Olvido. En ese sentido venimos haciendo una integración con Casas y Federaciones Espíritas, abriendo un amplio debate entre el Espiritismo – y una de sus banderas que es el respeto a la Ley del Olvido – y los profesionales del área de la salud, practicantes, instructores de cursos de TVP, directores y miembros de Asociaciones e Institutos de Terapia de Regresión, al respecto de este tema.

La Asociación Brasilera de Psicoterapia Reencarnacionista tiene, como una de sus principales directrices, un absoluto respeto por la Ley del Olvido, o sea, realizamos Regresiones obedeciendo la Ley del Olvido, conforme cita “El Libro de los Espíritus”, en la cuestión 399 respecto del “Olvido del Pasado”:

“Buceando en la vida corpórea, pierde el Espíritu, momentáneamente, el recuerdo de sus existencias anteriores, como si un velo las cubriese. Todavía, conserva algunas veces vaga conciencia y le pueden ser reveladas. Esta revelación, sin embargo, solo los Espíritus superiores espontáneamente le hacen con, con un fin útil, nunca para satisfacer la vana curiosidad”.

Nuestro Método regresivo obedece fielmente esa determinación. El consta de los siguientes aspectos básicos:

1ª) El direccionamiento de la Regresión ( recuerdo del pasado) es totalmente decidido y dirigido por los Mentores Espirituales de las personas, siendo que nuestro psicoterapeuta no induce, no sugiere, no sugestiona, no hipnotiza, no comanda y no conduce el proceso regresivo, y , si apenas ayuda a la persona a relajar su cuerpo físico (meditación), para colocarse al acceso de sus Mentores Espirituales, sin dirigir el retorno de la memoria, sin decidir lo que la persona va a acceder y sin atender los deseos y anhelos de ésta en relación a su pasado, ni siquiera el motivo de su consulta, su queja (física o psicológica), mucho menos alguna curiosidad personal. La actuación del psicoterapeuta, en nuestro Método, es una fase inicial (Meditación), mientras las vidas pasadas que irá a acceder quedan totalmente al criterio del Mundo Espiritual.

2ª) Nunca es incentivado el reconocimiento de personas en el pasado, para no infringir la Ley del Olvido.

3ª) La persona es incentivada a recordar la vida pasada que sus Mentores le ponen a disposición, hasta el momento de su muerte, o su desencarnación, su subida para el Mundo Espiritual (período entre vidas) hasta que todas las resonancias de la vida terrena hayan desaparecido y estar sintiéndose muy bien ( Punto Óptimo)

4ª) Al final de la regresión ( en el Punto Óptimo) frecuentemente ocurre la recepción de orientaciones, consejos e instrucciones para su vida actual.

El objetivo de la Psicoterapia Reencarnacionista, la Terapia de la Reforma Intima, es, a través de un tratamiento de algunos meses, ayudar a las personas, con consultas semanales o quincenales, de 1 hora de duración, y 3 o 4 sesiones de regresión ( 2 horas más o menos) a encontrar lo que André Luiz llama de “Personalidad Congénita”, en “Obreros de la Vida Eterna”, pág. 32-34, en una conferencia del Dr. Barcelos, psiquiatra desencarnado, en Nuestro Hogar:

“Precisamos divulgar al mundo el concepto moralizador de la Personalidad Congénita, un proceso de mejoría gradual…. Faltan a las teorías de Sigmund Freud y sus continuadores las nociones de los principios Reencarnacionistas…. Las Nociones Reencarnacionistas renovarán el paisaje de la vida en la corteza de la Tierra, confiriendo a la criatura no solamente las armas con que debe guerrear los estados inferiores de si mismo, sino también ofreciéndole el remedio eficiente y saludable…. Falta a nuestros compañeros de la Humanidad el conocimiento de transitoriedad del cuerpo físico y de la eternidad de la vida, del débito contraído y del rescate necesario, en experiencias y recapitulaciones diversas…”

Esa noción de Personalidad Congénita que el Dr. Barcelos pide que se divulgue por la corteza terrestre, es nuestra Personalidad de las vidas pasadas en estos últimos siglos, es la personalidad que presentamos desde que nacimos, lo que diferencia un hermano de otro, en una misma familia, y es adonde se encuentra y se identifica nuestra propuesta de Reforma Intima. Por eso él pide y nosotros estamos siguiendo su orientación, que esa noción sea difundida en la Tierra, para que las personas sepan para que reencarnaron, basándose en ella. Ese es el pilar básico de la PR y es adonde encontramos nuestra propuesta de Reforma Intima, la finalidad de esta nueva Escuela. 

Pero ¿cómo podemos ayudar a las personas a encontrar su Personalidad congénita? A través de de 2 o 3 sesiones de regresión que oportunamente, durante el tratamiento, sus Mentores escogen las vidas pasadas que irá a acceder.

Como si fuese en el Telón que existe en el Mundo Espiritual, comandado por los Mentores de las persona, aquí en la tierra tenemos la Regresión, que debe ser, obligatoriamente, también comandada por ellos. La finalidad principal de la Regresión, para la Psicoterapia Reencarnacionista, es dar la  oportunidad que la persona pueda ver, en su pantalla mental, como era su personalidad, su manera de ser en encarnaciones pasadas para comparar como es hoy, y saber entonces cuáles son sus inferioridades, sus imperfecciones, que viene manteniendo todo este tiempo, entender para que viene reencarnando en estos últimos siglos y para que reencarnó esta vez, o sea, cuál es su propuesta de Reforma Intima.

Lo que diferencia la Psicoterapia Reencarnacionista de la TVP es que, para ésta la finalidad clásica es el vaciamiento de sus emociones y sentimientos de allá, a través de la repetición del hecho traumático, catarsis, reprogramación, etc. Mientras que nosotros queremos ir más allá: que encontrar su Personalidad congénita y ahí el entendimiento de su propuesta de Reforma Intima.

La Psicoterapia Reencarnacionista es una nueva Psicología, basada en la Reencarnación, que tiene la finalidad de colaborar en la aceleración de la evolución espiritual de la humanidad. En el período entre vidas, recordamos para que habíamos reencarnado en el último descenso para la Tierra y las frases más oídas son: ”Ah, si yo recordase….” Y “Ah, si yo supiese…”

Pues bien, llegó la hora de recordar aquí, de saber aquí durante la vida, encarnada, para qué reencarnamos, cual es nuestra propuesta de Reforma Intima, con la finalidad de realmente aprovechar este pasaje, en el sentido de la evolución espiritual.

 Es importante sanear las situaciones karmicas interpersonales, lo que hubo entre padres e hijos, entre hermanos etc. En otras vidas, no es mostrado por los  Mentores en nuestro Método de Regresión, o sea, la curiosidad de las personas en saber lo que fueron, quien era el padre o la madre, o el novio o la novia, o el Marido, la esposa o algún hijo, en vidas pasadas, no es atendido por sus Mentores, que se focalizan en su Personalidad Congénita, o sea, las personas vienen como fueron en las vidas pasadas que accedan, de acuerdo con la orientación del Dr. Barcelos.

Agradecemos la atención y nos colocamos a disposición para conversar sobre el asunto.